miércoles, 3 de diciembre de 2014

00:40

Hola, Esteban. 

 Espero que te encuentres bien, en el momento de tu vida en el que me leas. Soy tu "yo" de hace un tiempo, tengo en este momento 18 años. 
 Me gustaría que tu reencuentro con estas líneas fuera en una situación feliz de tu vida, llena de gozo y tiempo libre para hacer lo que te guste y pasar tiempo con la familia. Seguramente estés con mucho trabajo, o bien con muchas cosas para estudiar, así que pretendo ser breve.
 Repasemos nuestra historia hasta ahora, ¿si? Llegas a los 18 años de vida con un montón de experiencias vividas, entre ellas la búsqueda del amor y el encuentro con el amor luego, múltiples viajes en colectivos de variadas características, te encontraste en lugares poco recomendables, en horarios que lo eran aún menos; estuviste en finales victoriosas y en derrotas amargas, en tristezas profundas y en alegrías altruistas. El velo de múltiples peleas con las sombras que abordan este tren tan extenso no supieron desviar tu esencia, los gritos ahogados de decenas de almas vagantes no mermaron el fuego de tu espíritu, y de eso puedo estar orgulloso. Con 18 años tenes una familia hermosa, una novia genial y fiel, amigos escasos pero que siempre están ahí, y sobre todo el deseo de prosperar, de avanzar en tu vida, espero que eso jamás se apague. Es mi deseo más profundo para vos.
 Y yo me muero, me voy a morir hoy, y mañana naces vos. Espero que en el transcurso de tu vida puedas cumplir todo lo que te propongas, todos los sueños que se te pongan entre las cejas. Quiero que los cumplas, por vos y por mi. Se como debas ser, no te dejes amedrentar por simples apariencias que creen saber como vivir, pero que de la vida no saben nada. Porque nadie sabe nada. Debes aprender todo mediante tus propios sentidos, mantenerte cerca de lo que te rodea. 
 Y como recordarás, me cuesta mucho hacer textos largos, así que lo voy dejando por acá. Cuidate y nos vemos en la eternidad.

                                                                                                                       Un abrazo.

1 comentario:

  1. Hola Esteban, quizás ni siquiera lo veas nunca, pero me inspiró dejarte algo.

    Verás... parece que me encuentro (biológicamente) por el momento de tu confesión hacia ti mismo, con esa misma incertidumbre y con esa casi igual visión de la vida.

    A veces siento miedo, no me voy a mentir, de que caiga en 'lo que debe ser'... Otras veces (cada vez son más) me tranquilizo, respiro y me mantengo cerca de lo que me rodea, porque está ahí, justo donde tiene que estar, para enseñarme justo lo que tengo que aprender.
    A veces muchas me tranquilizo y veo que la herramienta más poderosa es estar. Es ser.
    Sé con toda seguridad, que así lograré lo que sea que quiera lograr. De echo, así lo hago.

    ¿Qué es la vida? Todo y nada... que paradójico ¿no? y... ¿por qué tomarsela tan en serio? Creo que uno tiene la certeza de que está avanzando cuando disfruta. Como en todo juego, tiene que haber pistas, creo que esa es una.

    Gracias :-)

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