miércoles, 18 de marzo de 2015

White Trash

Son 3:31 de la madrugada, no podía ser de otra manera. Aquí bloguero nº 372389101 reportándose. 
 Luca tenía estilo, es decir, era diferente. Sumo era diferente. Nosotros somos iguales. 
 "¿Pero iguales a que?", podría preguntarse el colgado de la última fila. No ma, Violeta Parra no se mató por un amor imposible. No ma, a Victor Jara lo mató Pinochet. Si mamá, me llevo abrigo.
 Caminando por las afueras de todo, adentrándome en la nada: Una paradoja escondida en cada ventana del bondi, en cada cigarrillo, en cada beso. Somos sin dudas seres complejos. Quizás algunos más complejos que otros. No no, mejor dicho, algunos más interesados en adentrarse en lo desconocido. Yo mismo, leyendo a Anna Frank, por ejemplo. O mi novia leyendo a Cortázar. Nos hace diferentes querer conocer mas allá de lo indispensable para seguir viviendo, más allá de los manuales, de las instrucciones, de las sabidurías populares. Queremos... no. Demandamos. Si, demandamos respuestas, a preguntas que la respuesta nos hará conocer. 3,50 por favor. 
 Mirando por la ventana nos desnudamos (algún tibio podría decir que nos "sinceramos") ante nuestros deseos, nuestras ambiciones y sueños. Algo que callamos pero al mismo tiempo estamos gritando a toda voz por los pasillos de nuestro cerebro. Es una droga, porque una vez que se intenta pensar, se piensa todo el tiempo. Y contradicciones. Y no soy coherente. Y me quiero bajar.
 "Me quiero bajar de este mundo", esa frase me entristece, porque yo sería feliz con tan solo bajarme de esta montaña rusa que está encima de las cejas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario